jueves, 26 de abril de 2012

Testimonio de un padre con Sindrome de Down.

Todo comenzó cuando Jorgito nació, adelantándose 3 semanas. Al nacer no nos dijeron nada, solamente que el niño habí­a nacido con su cuellito más flácido de lo normal lo cual atribuí­a a su posición en el vientre, y que con los dí­as mejorarí­a. Al los días del salir del hospital llevamos al niño al Doctor, para consultarle lo del cuello, y ahí­ comenzó  el dolor emocional más grande que hemos sentido. El Doctor nos dijo “creo que el niño tiene Sí­ndrome de Down, pero no se los puedo asegurar, hay que practicarle un cariotipo para estar totalmente seguros. Después de la noticia, mi esposa lloró y yo sentí­ un sudor frí­o sin embargo no lloré y pase un par de dí­as que por más que querí­a no podí­a, mi esposa se hacía  miles de preguntas, ¿Porque nosotros?, ¿que hicimos mal?. El dolor, la frustración y el miedo se apoderaban de nuestra vida, ya nada era igual, es horrible todo lo que se siente.
Después de  6 meses, estamos felices con nuestro angelito, dispuestos a luchar por él, permitiéndole que se desarrolle lo mejor posible. Para finalizar quiero mencionar las palabras de mi esposa que me hicieron reaccionar: “¿Porque lloramos si nuestro hijo no esta muerto?".


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