martes, 10 de abril de 2012

Historia de un madre con un hijo Autista.

 Esta historia que a continuación vais a leer, es mi historia pero podría ser la de cualquiera de vosotras, solo habría que cambiar los nombres, digo vosotras porque yo soy la madre de un niño espectro autista, uf... como pesa esa palabra AUTISMO, fue una de las cosas que más me costo, poder decir mi hijo es autista. Durante muchísimos años los profesionales de la mente decían que la culpa de este síndrome la tenían los padres y en primer lugar la madre, pero que equivocados estaban.
    Jorge, que así se llama mi precioso niño fue el niño más deseado del mundo, su padre y yo los esperábamos con la ilusión más grande que jamás habíamos sentido, nos casamos muy jóvenes y decidimos esperar un tiempo hasta que vinieran los niños, después de más de seis años, el feliz acontecimiento llegaba a nuestras vidas, un precioso bebe al que llamamos Jorge, el tiempo fue pasando y vivíamos plenamente felices, nuestro hijo crecía perfectamente y su desarrollo era normal, cuando fue a cumplir los dos años empezó a ir a la guardería, yo les explicaba a las profesionales del centro que Jorge decía un par de palabras, que no hablaba nada más, ellas me dijeron que no me preocupara, que era pequeño y que al estar con más niños se lanzaría ha hablar cuando menos lo esperáramos, pero no fue así, Jorge seguía sin hablar, por aquel entonces yo me volví a quedar embarazada de nuestro segundo hijo, imaginaros embarazada de unos cinco meses con una tripa de casi los nueve, un niño de poco más de dos años, y además a casi trescientos kilómetros de nuestras familias, yo empecé a preocuparme pues Jorge no había avanzado nada en el lenguaje, pero claro las personas a la que les contaba mi angustia, me decían, "anda que el embarazo te ha dado tonto, estas exagerando", les hice caso, deje de preocuparme y de darle tiempo, el tiempo paso y seguíamos igual, llego septiembre y Jorge sin tener aun los tres años comenzó a ir al colegio, todavía no terminaba de tener control de esfínteres, y su vocabulario era casi nulo, unas semanas más tarde la profesora nos cito y nos dijo que Jorge podría tener algún problema de audición pues le costaba mucho que le prestara atención, nos comento de hacerle un análisis psicológico. Así que allí estábamos los tres en una habitación, bastante pequeña rodeados de cuatro personas, médicos, psicólogos y terapeutas, observando a nuestro hijo, bombardeándonos con sus preguntas, por aquel entonces mi embarazo estaba en unos siete meses y medio, más o menos. Aquel día fue la primera vez que hoy la palabra Autismo y no iba a ser la ultima, aunque al final de todo aquello lo descartaron, nos aconsejaron el hacerle algunas pruebas para ir descartando o confirmando los posibles problemas, pero que esperáramos unos meses a ver como iba evolucionando, y si no había ningún cambio significativo comenzáramos las pruebas, aquellos meses fueron una agonía observando al niño, pensando que podría pasarle, y en medio de aquel caos el Tocólogo me dice que la niña estaba creciendo muy rápido y que para que esperar si ella estaba bien y yo también, lo mejor era adelantar el parto. Y así fue dos semanas antes de su fecha vino al mundo mi hija Lucia, que vivimos con una alegría combinada con una gran tristeza, pues no sabíamos que le pasaba a Jorge, y no sabíamos si a ella también le iba a suceder lo mismo. El tiempo había pasado y los avances esperados no llegaban, así que llevamos a Jorge a Salud Mental Infantil, donde una psiquiatra comenzó nuestro calvario, analíticas, tac craneal, potenciales evocados auditivos, bueno mil cosas, para al final decirte que tu hijo es autista, fue lo más horrible que escuchado en mi vida, a partir de hay empezamos a pasar por fases, la de la culpabilidad, la de por que a mi, y tantas cosas que se te pasan por la cabeza, pero hubo algo que a nosotros jamás se nos apago y fue la esperanza de ver a nuestro hijo lo más normalizado posible. Tuvimos que cambiarle de colegio y empezar en otro donde había un aula especifica, el cambio fue buenísimo Jorge se integro perfectamente en el colegio y en su clase, todo esto acompañado de unas sesiones de logopedia privadas, más tarde nos hablaron de la asociación de padre de niños autistas, fuimos a ver que tal, y aquí continuamos comprometidos al máximo con ella, todo para darle a nuestro hijo todos los medios a nuestra alcance.
    Un año después de todos estos cambios miro hacia atrás y parece que hace mil años que sucedió todo, hoy soy una madre feliz de tener a su hijo sano y lleno de vida, el especial, más especial que nadie en este mundo, tiene unos preciosos ojos grandes y llenos de expresividad que te hablan y te dicen todo lo que con palabras te gustaría escuchar, pero no sabéis lo que siento cuando mi hijo sale del colegio y viene corriendo hacia mi a darme un abrazo y un beso con esa sonrisa que le ilumina la cara.
    Pero por fin han llegado sus primeras palabras, es fantástico escuchar su voz, a la vez que su sonrisa, no sabéis lo orgullosa que me siento de él, cuando le pregunto como es mama y él me dice "guapa", no puedo expresar con palabras la emoción y alegría que siento, cada día estoy más convencida que mi hijo llegara donde tenga que llegar pero todo lo que consiga se lo habrá ganado a pulso.

En esta entrada, también os dejo un vídeo sobre el autismo, el cual presenté en una exposición junto mi grupo de trabajo de Sociología sobre el Autismo.


El viaje de María es un cortometraje de animación realizado por el dibujante Miguel Gallardo, padre de una hija con autismo. El viaje de María es una pequeña excursión al mundo interior de una adolescente con autismo, un viaje lleno de color, amor, creatividad y originalidad, que nace en el recorrido de unos padres que ven cómo su hija se comporta de una manera especial hasta confirmar el diagnóstico: Autismo.

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